Proyecto cultural, aclarando algunas incertidumbres
Un proyecto cultural es una planificación de trabajo cuyo objetivo es difundir, promover, conservar e impulsar manifestaciones culturales de todo tipo para que las mismas comunidades que las producen las conozcan, las aprecien, las preserven y las difundan.
Es decir, que los beneficios, más que económicos, tienen que ver con la promoción cultural, con hacerla llegar al público y dar oportunidades a nuevos talentos del mundo del arte, la literatura, la música, etc.
¿Cómo se lleva a cabo un proyecto cultural?
Para llevar a cabo un proyecto cultural lo más importante es saber cómo elaborarlo y presentarlo, ya que de ello depende en muchas ocasiones su financiación y la aportación de medios necesarios. Para ello hay que seguir los siguientes pasos:
- Definir qué queremos hacer: se trata de definir cuál es nuestro objetivo, por qué hemos fijado ese objetivo y cómo queremos alcanzarlo.
- Definir para qué y para quién: en este punto debemos tener muy claro qué beneficios tendrá nuestro proyecto en el contexto cultural y territorial, y a quién va dirigido. Es decir, que se trata de una explicación del proyecto a nivel cualitativo.
- Decidir durante cuánto tiempo se estará desarrollando el proyecto, y también qué acciones se llevarán a cabo como parte del mismo.
- Decidir cómo y dónde se van a llevar a cabo estas acciones.
- Acotar a quién va a formar parte del proyecto, es decir, con qué equipo es necesario contar para que funcione de forma óptima.
- Indicar qué recursos son necesarios a nivel económico, técnico y humano para poder desarrollar el trabajo sin percances. Es decir, establecer un presupuesto.
- Definir los indicadores que servirán para medir el progreso del proyecto. En este sentido es imprescindible acotar una meta clara que sirva para comprobar si el proyecto ha sido exitoso o no.