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Escuela de Verano: entrevista con Nikolás Sufray monitor de Stop Motion

Nikolás Sufray Sánchez, realizador audiovisual autodidacta y actual monitor de Stop Motion en la Escuela de Verano del Centro Cultural Municipal de Chillán nos cuenta sobre el taller que impartió y su experiencia en torno al rubro.

¿Qué es el Stop Motion?

Es darles vida a los personajes articulados, ya sea que estén hechos con materiales como, plasticina, figuras de acción, etc. De esta forma, se les da vida a estas figuras foto por foto (frame por frame) a mano. Uno mismo debe movilizar a los personajes y tomar la fotografía para ir creando una historia en la pantalla grande. Por ejemplo, puedes mover la boca de las figuras para simular que están hablando, además de preocuparte también de movilizar bien los objetos que acompañan a nuestros actores.

¿En qué momento de su vida comenzó a tener curiosidad por aprender esta técnica?

La intriga de conocer el mundo del stop motion apareció cuando yo era muy pequeño. Desde que vi películas como las de Tim Burton, el Extraño Mundo de Jack u otras como Caroline y pollitos en fuga. Yo no sabía cómo se realizaban hasta que me di cuenta que en algunas partes de esta última película que mencioné, se lograban ver las huellas dactilares marcadas en los personajes. Me gustó mucho e indagué bastante en el tema. Este es el quinto taller que realizo en el área audiovisual, y el Stop Motion ha sido el más didáctico, puesto que uno puede crear grandes historias y llevarlo a cabo a través de las figuras.

¿Qué experiencias le ha proporcionado el mundo audiovisual?

Me ha dejado grandes amistades y aprendizajes. Como mencioné anteriormente, soy autodidacta, aprendí principalmente viendo y analizando varios videos en inglés, de hecho, fue una de las razones por las que yo estudié pedagogía en inglés dos años, pero terminé retirándome, puesto que mi verdadera vocación siempre fue lo audiovisual. Asimismo, en este rubro me he rodeado de gente con experiencia y eso me ha enseñado y ayudado bastante.

¿Cómo fue para usted ser parte de la Escuela de Verano?

Para mí ha sido bastante gratificante, en primer lugar, por los colegas que trabajan en la Escuela, ya que nos podemos nutrir entre todos y aprender de cada uno. Por otra parte, ha sido muy entretenido puesto que uno les enseña a niños y ellos te toman un cariño al darse cuenta que uno está haciendo su trabajo con amor. Asimismo, a mí me gusta mucho enseñar desde mi vocación, razón por la cual no seguí la pedagogía en inglés, pero que aun así fue una carrera que me permitió aprender a enseñar y poder hacer actividades como estas.

¿Cómo cree que contribuyó el taller a los niños y niñas que fueron parte de esta Escuela?

Encuentro que es una gran ayuda en el ámbito emocional y creativo. Cuando yo era pequeño, me hubiera encantado tener clases gratuitas como estas en mi ciudad, pero no se dio la oportunidad. Hace unos días me tocó un alumno de la Escuela de Verano que estaba súper emocionado al recibir su primer diploma, dijo que lo iba a encuadrar e iba a ser su tesoro, porque él quería ser animador de stop motion cuando fuese grande, nunca me olvidaré de ese niño. El hecho es que, ejemplos como estos, sirven para entender que estos talleres contribuyen a la creatividad e incentivan a los niños. Ellos muestran sus emociones a través de las animaciones y pueden salir de su rutina habitual.

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