Arriba

Blog

Escuela de Verano: entrevista con María Ignacia Barros monitora de arte urbano

María Ignacia Barros más conocida como “MC Cienagas Juglar” es educadora de párvulos egresada del Instituto Diego Portales, artista, integrante y fundadora del grupo musical Flow en Notas y actual monitora de Arte Urbano en la Escuela de Verano del Centro Cultural Municipal de Chillán. A continuación, nos relata sobre la disciplina a la cual se dedica y como ha sido para ella ser parte de esta Escuela.

¿Qué es el HIPHOP y cuáles son sus principales características?

El HIPHOP es una cultura que significa movimiento con conocimiento y se compone de cuatro ramas: el RAP, el Break Dance, el DJ y el Grafiti, siendo sus principales características la unión y la hermandad. Respecto al RAP, este significa ritmo y poesía. Mediante este estilo, uno puede llegar a componer sus liricas y musicalizarlas. Asimismo, sirve para expresar, canalizar nuestras energías, emociones, y ayuda a nuestra inteligencia emocional en el plano cognitivo.

¿En qué momento de su vida decidió dedicarse a este género musical? 

A mis 11 años escuché por primera vez una canción de RAP y la sentí propia. Luego cuando estaba un poquito más grande, como a los 13 años comencé a interiorizarme en el HIPHOP y me uní a un grupo, donde éramos seis personas, dos mujeres y cuatro hombres; ahí partió todo. Tuve buenos mentores y una base sólida para conocer esta cultura. Hasta el día de hoy soy cantante de RAP, y si bien pasé por todas las ramas, me quedé con esta.

¿En qué consiste la escuela de Arte Urbano?

Mi taller consiste en entregarle el conocimiento a los niños y niñas en relación a que es el HIPHOP; explicar sus diferentes ramas, principalmente el RAP y entregarles las herramientas necesarias, transmitiéndoles esa seguridad y convenserlos de que son capaces de hacerlo y que no existen límites. Además, entre ellos pueden sociabilizar y conocerse. Por otra parte, lo que queremos lograr como monitores de Arte Urbano, es eliminar el estigma que se le tiene a los hiphoperos e integrarnos aún más, especialmente educando a los niños que son el futuro de esta cultura, para que de esta forma tengan una buena raíz y ellos determinen si quieren seguir en este hermoso camino. 

¿Cómo ha sido para usted impartir este taller en el Centro Cultural?

Ha significado todo. En la vida es lo siempre he querido y este positivismo que tengo en este momento es porque he podido complementar la educación con el HIPHOP, que fue lo que me enseñó la calle, ya que yo nunca fui a una academia a buscarlo. Para mi estar entregando mi arte a los niños y niñas es lo máximo que a mí me ha pasado. Estoy muy feliz y agradecida, porque esto era una idea que yo tenía hace mucho tiempo, pero no tenía ni los espacios, ni los recursos, ni el apoyo y tenerlo ahora, se agradece “se vienen cositas”.

¿Cuál cree que es el impacto que ha generado enseñar esta disciplina en los niños y niñas?

 Yo creo que los niños y niñas tienen bastante curiosidad con el tema de lo urbano, y el HIPHOP es más específico y se diferencia de los otros géneros, puesto que nosotros somos una cultura. El impacto yo creo que ha sido grande, ya que como mencioné, ellos tenían mucha curiosidad de ver a un rapero y a un bailarín de break dance. Ellos se sentían bacanes y el hecho de vernos e identificarnos fue un impacto grande sobre todo para mí. Además, cabe mencionar que esta disciplina ayuda a expresarse, calmarse y a concentrarse, y que tanto la lectura, la estructura lirical, el orden y la planificación que se utilizan en el RAP proporcionan grandes beneficios al plano cognitivo.

Añadir comentario

Ir al contenido